50 céntimos

Mi comida de hoy

Janet es una mujer perezosa y la pereza crea vicio.
Al principio se venía en el taxi que me viene a recoger a mí, pero como no le debe gustar madrugar (como a la mayoría de la gente), el taxi llegaba siempre 15 minutos más tarde de la hora a la que quedábamos.
Al pedirle más puntualidad dejó de venir, imagino que esos 15 minutos más en la cama tienen mucha fuerza..

Pasado ya un tiempo de aquello hubo una ocasión en la que le pidió al conductor que después de recogerme a mí fuéramos a por ella, a pesar de que vive en dirección contraria. Se disculpó explicándome que se había liado con algo de trabajo y ya no le daba tiempo a coger el bus.
Pero a partir de entonces poco a poco, como quien no quiere la cosa, esa ocasión aislada se ha ido convirtiendo en algo bastante más común.

Hoy de nuevo ha vuelto a pasar lo mismo, según entro en el coche Dilip me dice, hay que ir a buscar a Janet. Pero bueno, mi paciencia está más que entrenada y ya solo quedan dos semanas.
Cuando llegamos al punto de recogida nos toca esperar unos 5 minutos. No pasa nada Álvaro, 2 semanas, céntrate en eso.
Por fin llega la marquesa, que casi no termina la frase de buenos días que ha comenzado a decir al ver la cara de pocos amigos que tengo. Durante el resto del trayecto, ni pio.

Al llegar a la oficina me encuentro con las banderitas de la India que pusieron el otro día, pero también han hinchado globos con los colores de la bandera y que han colgado del techo.

Hay veces que me dicen cosas que me soprenden tanto que pienso que no estoy entendiendo lo que me dicen. Hoy es una de esas ocasiones, a la hora de la comida Peru me dice que no van a subir a la cantina porque están dando de comer en la sala de café de la oficina.

- ¿Cómo? le pregunto.

Me lo vuelve a repetir y me doy cuenta de que le había entendido bien a la primera. Le pregunto entonces si es por haber sido ayer el "Independence Day" y es una especie de "regalo" como los snacks de los viernes.

- No, a partir de ahora todos los días darán de comer en la salita de café. Tienes que ir a una mesa donde un chico te vende un ticket, con ese ticket te acercas a otra mesa y se lo entregas a otra persona para que te sirva la comida en un plato. A partir de ahora todos los días podrás optar por comer en la salita de café (que es algo que gestiona ericsson) o en la cantina. Así no te aburres de comer siempre lo mismo porque en la cantina a veces pasa eso.

- Ya, ya me he dado cuenta que uno se puede cansar de comer en la cantina....

Anoop asiente y se ríe.

Nos vamos a la salita Mukesh, Raja y yo. Compramos el ticket, que cuesta la mitad que lo que suele costar una comida en la cantina, es decir, 30 rupees, o lo que es lo mismo 50 centimos de €. Yo creo que aquí tiene que salir mucho más barato comer así que traerte la comida de casa.
Con esos 50 centimos he comido arroz salteado con piña y algunas cosas más también dulces, una salsa muy especiada con una especie de lentejas o garbanzos (estaba muy buena), unas patatas con adobo de especias, chappati y una especie de rosquilla. Además he repetido.

De esta manera las comidas son mucho más rápidas, dice Mukesh que lo han hecho para que la gente sea más productiva, pero él está tan contento, menuda cara de felicidad ha puesto cuando ha visto que solo ha tenido que pagar 30 rupees.

La tarde pasa volando y nos marchamos en el taxi Janet, Rekha, Mukesh y yo.
No estoy demasiado cansado y aprovecho a ir al gym, que además es mi última semana, el contrato acaba el viernes. Así aprovecho a fumigar un poco la casa con spray antimosquitos, no sé que ha hecho hoy el "vigilante de la playa" pero la casa está plagada.

En el gym uno de los monitores me pregunta cuando me vuelvo a España porque el día 29 de Agosto hay una marathon en Chennai y a lo mejor me quiero apuntar. Con la temperatura y humedad que hay aquí no me veo corriendo ni 10 kms.