jueves, 12 de agosto de 2010

Misión imposible


La mañana pasa volando, no he parado un solo segundo. Cuando me quiero dar cuenta es la hora de comer.
Un poco antes han salido Peru, Anoop, Sripriya y alguna persona más así que hoy tampoco vamos a poder ir a comer todos fuera.
Aún así se lo comento a Mukesh y a Raja. Me apetece salir fuera para desconectar un poco y comer algo distinto, en la cantina los platos son siempre los mismos. Hay suficiente variedad como para que durante una temporada más o menos larga puedas ir cambiando y no llegues a cansarte, pero después de dos meses... el arroz en sus distintas variedades ya me parece un poco repetitivo...

A Raja parece que no le apetece mucho salir fuera y Mukesh dice que mejor un día que estemos todos. Pero cambia de idea cuando Raja le dice que el resto se han ido a comer hoy fuera. Ya somos dos contra uno así que Raja acepta.

Llamamos a Dilip pero está lejos de la oficina. Le pregunto a Mukesh si hay posibilidad de usar el otro taxi. Para comprobarlo llama a alguien por telefono y le dice que eso se lo tiene que preguntar a Muthu, su jefe.
Soy yo ahora el que le pregunta a Muthu cómo conseguir el taxi. Hace un par de llamadas y me dice que Janet va a hablar con Dilip. A los 5 minutos Janet llama a Mukesh y le dice que Dilip tardará media hora en llegar.
Al final les digo que mejor lo dejamos, esto parece una cárcel, no hay forma de salir de aquí...

Subimos a la cantina que está bastante llena, es hora punta. Me descuido un pelín y error... Raja es quien se encarga de pedir al de la caja lo que vamos a comer los tres. Para no perder la costumbre se le cuela medio edificio jejeje. Ya no me descuido y en cuanto le entregan los tiquets rápidamente me cojo los míos, como también se encargue de pedir en la barra no comemos hasta las 4.


(Vista de la barra de la cantina)



(Bandeja y mano de Raja)

La tarde como la mañana, un no parar así que también se pasa volando. Nos vamos a por el taxi Janet, Mukesh y yo.
Según entramos en el ascensor Mukesh se pone nervioso y busca algo en todos los bolsillos. Falsa alarma, pensaba que había perdido la cartera.

Al llegar abajo Janet se encuentra con una amiga que va de copiloto en un peazo BMW. Habla algo con ella y nos dice con una sonrisa de oreja a oreja que se va con ellos, ya no viene en el taxi.

Mukesh y yo nos subimos al modesto Tata, que por cierto tiene dos tipos de claxon. Uno es el normal que suelen tener todos los coche, el de toda la vida, pero si Dilip le da a un interruptor que tiene al lado del volante el sonido al presionar el claxon cambia a una especie de melodia, algo así como tirorirorirorirori, horterada total.
Al llegar a casa me cambio y según salgo hacia el gym me encuentro con el padre de Amrit, el nuevo vigilante. Ya se ha mudado a su nuevo porche y ha instalado una cama impresionante comparada con la de los dos anteriores vigilantes.
Muchísimo más simpático que el mudo, me pregunta cuanto tardaré en volver.




2 comentarios:

  1. no me extraña q estés harto de arroz! pero tranquilo, q hoy tenemos barbacoa, y ya me pongo yo bien por ti...:)

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  2. Anda que maja Patri!!! cómo da envidia :-P, bueno que mañana a Alaraz y Macotera City de fiestas, comeremos arroz, pero de otro tipo, je, je... vas a venir cuadrado de tanto gimnasio!

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